Proyecto de declaración manifestando el beneplácito por el acuerdo con Gran Bretaña sobre la reanudación de vuelos a Malvinas
14 de julio de 1999
35ª Reunión – 14ª Sesión ordinaria
Diario de Sesiones – Páginas 3590, 3591 y 3594
Sr. Menem. — Señor presidente, señores senadores: creo que este Senado de la Nación no puede permanecer indiferente frente a un acontecimiento producido hoy en el campo de las relaciones internacionales, vinculado con nuestros derechos soberanos sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
Antes de proseguir con la importante labor legislativa que tenemos que afrontar hoy, considero que este Senado debe expresar su satisfacción por el acuerdo logrado con el Reino Unido, a través del cual se reanudan los vuelos hacia las islas Malvinas tocando territorio argentino y se habilita la posibilidad de que los ciudadanos argentinos puedan dirigirse también desde nuestro territorio, sin ningún tipo de discriminación.
Esto ha sido el resultado de largos y denodados esfuerzos realizados no sólo por nuestro gobierno sino también por el anterior, porque los argentinos nunca hemos aceptado la usurpación de nuestros territorios en las islas del Atlántico Sur por un acto de fuerza hace más de 160 años. Desde entonces, venimos reclamando por nuestros derechos. La historia es conocida. En el conflicto de 1982 se perdieron muchas vidas, argentinas y británicas. Hemos seguido reclamando nuestros derechos en todos los foros internacionales y hemos planteado lo absurdo que resultaba que pudieran ir a Malvinas ciudadanos de todos los países del mundo menos de la República Argentina.
A nivel parlamentario, desde hace muchos años hemos venido luchando para que se termine con esta situación de discriminación. Lo hemos hecho a través de muchos proyectos que este Senado ha aprobado por unanimidad. También lo hemos hecho en el seno de la Unión Interparlamentaria Mundial y en toda reunión que tuvimos con nuestros pares británicos.
Creo que hoy empezamos a recoger los frutos de esa larga y esforzada labor. Por supuesto, todavía no hemos conseguido el objetivo principal. Este acuerdo al que se arribó no es el ideal. El acuerdo ideal tendrá lugar cuando digamos que hemos recuperado el ejercicio de la soberanía sobre las islas Malvinas en forma total.
Estamos en ese camino. Hoy rescatamos el diálogo como forma de lograr ese objetivo final. Hemos dado sólo un paso, pero es un paso importante; y es importante no sólo porque sabemos que hemos elegido la vía adecuada, que es la del diálogo, de la insistencia, del reclamo permanente en los foros internacionales y en la relación bilateral, sino también porque se ha hecho con el apoyo de otras fuerzas políticas argentinas, porque hay legisladores argentinos de otras fuerzas políticas presentes en Londres avalando este acuerdo.
Hoy se habla de una política de Estado. Yo digo que esta política de Estado no arranca hoy. Yo digo que hemos puesto la piedra fundamental de una política de Estado cuando en la Convención Constituyente de Santa Fe en 1994 aprobamos la cláusula transitoria primera, en la que ratificamos nuestros derechos de soberanía sobre las islas Malvinas y decimos que la restitución de las islas a nuestro patrimonio es un mandato irrenunciable de todos los argentinos, respetando el derecho internacional y el estilo de vida de quienes viven en dichas islas.
Por eso hoy no vamos a entrar en detalles sobre el acuerdo. Eso será motivo de otro análisis. Seguramente hoy vamos a renovar nuestro compromiso de seguir luchando por el logro de ese objetivo final. Pero no podíamos dejar de expresar nuestra satisfacción porque empezamos a recoger los frutos de esta política. Nosotros celebramos que haya sido durante nuestro gobierno, pero no es obra sólo de este gobierno sino de todos los argentinos, que en forma obstinada, irreversible e irrenunciable hemos reclamado, y vamos a seguir haciéndolo, para que las islas Malvinas queden plenamente bajo el ejercicio de la jurisdicción de la República Argentina.
Por eso en el día de hoy he presentado un proyecto que obra en Secretaría, por el que se expresa el beneplácito del Senado por el logro de este acuerdo. Pido que luego sea leído, que se trate sobre tablas y que, finalmente, se apruebe. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
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Sr. Menem. — Señor presidente: como dije anteriormente, hoy no vamos a debatir el acuerdo. Por mi parte no lo voy a hacer, por cuanto el sentido de la resolución es el de expresar sólo el beneplácito.
Pero no puedo dejar de realizar dos precisiones vinculadas con algunas de las palabras pronunciadas por el señor senador por Formosa, ya que ellas no solamente no responden a la verdad sino que, a la vez, perjudican los derechos argentinos en este asunto.
En primer lugar, el señor senador por Formosa dijo que los habitantes de las islas Malvinas —conocidos como kelpers— forman parte de este acuerdo; y ello no es así. En efecto, la Argentina no ha reconocido, no reconoce, ni reconocerá jamás a los habitantes de las islas como parte en este conflicto. Las partes son la Argentina y el Reino Unido; los kelpers son británicos que viven en las islas, en territorio argentino.
Los británicos podrán conformar su delegación con los integrantes que a ellos se les ocurra —escoceses, ingleses, irlandeses, etcétera—, pero los ingleses que viven en las islas jamás fueron reconocidos por nuestro país como parte en este acuerdo. Y si alguien tiene dudas al respecto, le pido que se fije en el texto de la declaración conjunta. Reitero que las partes son el gobierno argentino y el del Reino Unido.
Creo que si nosotros reconociéramos a los habitantes de las islas como parte en este acuerdo estaríamos atentando contra la defensa de nuestros derechos. Vuelvo a reiterar que jamás los reconocimos como parte.
En segundo término, quiero señalar que el hecho de tener que viajar con el pasaporte no significa reconocer derecho de soberanía alguno, ya que esta declaración conjunta se ha formulado bajo la reserva de soberanía, con la cual se reanudaron las relaciones con Gran Bretaña en 1990. En este sentido, esta reserva de soberanía implica que cualquier hecho que se realice en este sentido en las relaciones entre la Argentina y Gran Bretaña no implica reconocerle derecho de soberanía alguno a la otra parte. Por otro lado, en esta declaración se hace reserva expresa de esta cláusula de soberanía.
Ahora bien, con respecto al tema del pasaporte, por supuesto que nosotros hubiésemos querido viajar de la misma manera que lo podemos hacer a cualquiera de nuestras provincias argentinas, pero no podemos desconocer que las islas están ocupadas por una potencia extranjera por un acto de fuerza. En este momento, esto fue lo que se pudo lograr, como forma de seguir avanzando hacia el objetivo final, sin resignar ninguno de nuestros derechos.
De todas maneras, agradezco al señor senador por Formosa por apoyar el proyecto así como también por el reconocimiento que hizo en cuanto a que los hombres de nuestro gobierno son tan argentinos como los que estamos sentados en estas bancas.